A las 7 AM ya lo tenía todo preparado. Phunchok me estaba esperando con un Jeep para llevarme hasta el pueblo de Stok.Una vez allí me ha presentado a las dos únicas personas que van a acompañarme en esta ascensión: un cocinero y el "horseman" (el que se encarga de los caballos y la carga).
Durante unas 3 horas y 20 minutos hemos caminado por el fondo del valle parando de vez en cuando para beber agua y observar lo agreste del paisaje.
Paisaje durante el trekking
Dentro del horario previsto (a las 12:30 PM) llegamos al campo que será nuestra primera parada. He montado la tienda mientras el cocinero y el de los caballos montan una tienda más grande que hará de cocina y refugio para ambos. Tomarse un té calentito (muy bien hervido) hace que entremos en calor.
Con mi super cocinero ladakhi
La altura se empieza a notar cuando llegamos al Campo Base a 5.000 metros de altitud. Montar la tienda ha sido como construir una catedral. Hace mucho viento aunque la previsión no es mala. El cocinero viene a mi tienda y me ofrece un té a la vez que me insta a atacar la cumbre al día siguiente. No estoy muy bien aclimatada y son más de 1300 metros de desnivel, pero me encuentro bien físicamente y las aspirinas hacen que me olvide de la altura.
Campo Base Stok Kangri
Sale de la tienda-cocina un olor un poco extraño, pero voy a dejar el tema comida para después de la expedición, jaja. Esas recetitas en altura, junto con el modus operandi del cocinero hicieron que pasase los 7 siguientes días pegada a la taza del váter.
Vistas de la cordillera del Karakorum desde la arista del Stok Kangri
29/09: Día de ataque a cumbre. Me levanto a las 2:30 de la madrugada y me he tomado un té en la tienda-cocina (hoy el té me sabía a pis de gato). A las 3 AM nos hemos puesto él y yo en camino. Su equipamiento se reduce a una mochila escolar, unas botas de trekking gastadas y un forro polar. La mochila es tan pequeña que tiene que llevar la cuerda y la cantimplora colgando por fuera. No cojo mi cuerda viendo que él ya lleva una...
Qué frío...!¿y éste, de dónde ha salido?
Llegamos al glaciar sobre las 6AM donde hay una pareja de francesas con su guía. Se abrazan entre ellas debido al frío y mientras yo me pongo los crampones, mi querido cocinero comienza a cruzar el glaciar ¡SIN CUERDA! Decido entonces unirme durante este tramo al grupo de Claire, la chica de Grenoble...Mi mala suerte hace que caiga en una grieta hasta que la base de mi mochila hace tapón con el hueco que había hecho mi cuerpo. Entre el guía y una de las chicas me sacan, pero todavía me queda más de la mitad por cruzar.
El miedo a volverme a caer hace que me olvide del frío y cuando consigo llegar al otro lado, el cocinero me estaba esperando FUMÁNDOSE UN PITI...
Cumbre
Un pie, otro pie, una foto, otra foto y unas vistas increíbles desde la arista me ponen a tan sólo 100 metros de la cima. A estas alturas mi cabeza da tumbos por la altura. Sólo pienso en llegar, hacerme unas fotos y bajar.
Y estos últimos metros los hago sin la mochila y conteniendo la emoción que causó ver las banderas tibetanas de oración que indican el punto más alto del Stok Kangri.
Stok Kangri
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