Aquí no se está tan mal

Aquí estamos, en Bago, donde la electricidad viene y va por momentos. Estamos en el hotel Myan Mnar .
Mientras caminamos por el lugar, un indio nacido en Birmania pero de padres tamiles nos enseña con orgullo su libro de recomendaciones que otros turistas le han escrito, donde hay españoles entre otros y que le recomiendan como 'guía conductor de rickshaw-bici'. Se llama Mani y parece un buen hombre así que negociamos un precio con él para que nos lleve a ver los templos de la ciudad.

Mientras desayunamos coincidimos con una pareja de belgas jubilados que llevan media vida viajando con un velero por todo el mundo. Ahora lo tienen amarrado el Malasia y se dedican a visitar el sudeste asiático.
A las 8 AM vamos a la plaza del pueblo para coger una camioneta que nos llevará a la famosa y venerada roca dorada (golden rock), pero hasta que no se llena el camión no sale así que tenemos que esperar una media hora.

Desde donde nos deja el camión hasta la roca dorada hay 30 minutos de subida por un camino asfaltado. A la entrada, 2 personajillos que pertenecen al gobierno birmano (van vestidos con traje militar) nos piden el dinero por la entrada (en dólares, claro), y también algo por la cámara de fotos.


Transporte Kinpun - roca dorada: 6500 MMK de los cuales luego nos devuelven 1.200 MMK a cada uno porque había más gente en el camión.

Entrada a la roca dorada: 6 US$ entrada + 2 US$ por la cámara. (Todo para el gobierno)

Salimos de la estación de autobuses de Yangon a las 12 PM donde cogemos un autobús que en 4 horas nos deja en Kyaiktiyo entre cortinas de agua (de nuevo nos sorprende el monzón).
Desde Kyaiktiyo cogemos una abarrottada 'camioneta' que nos lleva hasta Kinpun en 30'.

El guesthouse está muy bien, es un bungalow, se llama Seasar Guesthouse y está en Kinpun. El pueblo es una auténtica aldea en la que no se ven a muchos turistas. Por la noche sus gentes se reunen para ver la tele bajo un mismo techo (las casas son abiertas) mientras los niños juegan en el suelo a cara o cruz con una moneda y en el cual el ganador se lleva una goma elástica (de las de atar lechugas).

El avión más vacío en el que he viajado, el que ha hecho el trayecto Bangkok - Yangon. Seríamos como unas 20 personas. Yoli y yo nos sentamos junto a un chico birmano que resulta que habla español bastante bien. Es guía en Yangon.

La marcha nocturna de Bangkok es para vivirla. Salimos Yoli y yo por la zona de Kao San a tomar algo a un bar con música en directo y la gente comenzó a bailar y a animarse bastante.
Conocimos a dos japoneses la mar de marchosos..

Los personajillos que había en la estancia eran muy peculiares a la vez que simpáticos...


Entre canciones de Guns 'n Roses y cervezas se nos hizo un poco tarde, pero Yoli me convenció para ir a ver el espectáculo del 'ping-pong'.

Cogimos un tuk-tuk que nos llevó a un lugar apartado por las calles de Bangkok. Otros tuk-tuks descargaban en el mismo sitio más turistas, que resultaron ser españoles.

Desde Railay hemos cogido un Long Tail Boat hasta Ao Nang y de Ao Nang un sawngthenw hasta Krabi. De Krabi un mini van que nos ha llevado por tierra hasta Ko Lanta subiéndose a dos barcos porta vehículos en tramos muy cortos.

Ko Lanta, una isla donde se puede disfrutar de lo local, de la paz que emana de sus solitarias calles y playas. Debe se que es temporada muy baja, pero lo agradecemos.
Estamos en los bungalows del Where Else, un sitio que nos habían recomendado muy auténtico.



Datos de interés:


Long Tail Boat: Railay a Ao Nang: 100 baths
Pick-up Ao Nang-Krabi: 50 baths
Mini van Krabi-Ko Lanta: 200 baths (3 horas)
Alojamiento en Where Else: 350 baths el bungalow
Colada (1  kilo): 30 baths

De vuelta a Chumpon elegimos como medio de transporte un katamarán rápido de la compañía Lomprayah, que aunque más caro, también es más rápido y seguro.

Después hemos compartido un mini-van con un  americano, Jack de San Francisco y una bióloga de Alaska, Jenny.

Nos hemos separado una vez en Krabi, en donde hemos pasado unas horas de espera.


La llegada a Hat Ton Sai, en Railay ha sido espectacular porque hemos llegado al atardecer en una long tail boat (barca de cola larga típica de Tailandia), pasando entre paredes de roca caliza que salen verticales del mar.
Esta zona frecuentada por escaladores es tan tranquila que Yoli y yo nos hemos podido bañar sin ropa de noche en el mar.

En un bungalow pequeño y muy caluroso pero barato que pertenece al Ton Sai Guest House.
En el restaurante a pie de playa puedes ver las escaleras de madera que llevan a pie de las vías de escalada que se encuentran en lo alto.

Hay una distancia de 70 kilómetros entre la costa de Chumpon y Ko Tao.


¡Vaya vecinitos que nos han tocao! No por ruidosos sino porque nos recrean la vista cada vez que entramos o salimos de la habitación-bungalow en la que nos alojamos.



De vuelta hemos comido en el restaurante que da a la playa del Simply Life y hemos alquilado 2 motos para ir a recorrer la isla. Las "carreteras" del interior nos hacen bajar de la moto en más de una ocasión...




A la mañana siguiente y como todavía nos quedaba tiempo hasta devolver las motos, decidimos ir a otro rincón de la isla a una zona con rocas donde hay una excelente zona de coral para poder hacer snorkel. Es increible el mundo submarino a tan solo 1 metro por debajo del agua: corales jarrón, peces de colores, anémonas, rocas con almejas gigantes.

¡Esto es vida!


Datos de interés:


Para llegar a Ko Tao desde Bangkok:

Bus: Bangkok- Chumpon: 285 baths / 7 horas.
Barco nocturno de pescadores: Chumpon-Ko Tao: 350 baths (sale sobre las 23:30 o media noche y llega a las 7 AM). Puerto de Thayang. El ticket se saca en el mismo embarcadero.
Alojamiento en Simply Life GH, 600 baths, bungalow para 3 personas con ventilador y baño amplio. A pie de playa. El restaurante da comidas copiosas a buen precio. A destacar los calamares en salsa de coco...
Motocicleta: alquiler diario: 150 baths
Kayak de mar: alquiler por 3 horas: 500 baths (2 kayaks, uno doble y uno individual)
Pareo multicolor: 150 baths