Las aldeas de los alrededores de Kalaw

Salimos en 'taxi-moto' después de desayunar hasta un pueblo cercano a 10 kms donde cogemos un pick-up que nos llevaría a Kalaw. Creemos que nos han tomado el pelo por lo que nos han cobrado, aunque esta vez vamos en el asiento del copiloto (las dos, Yoli y yo). Iba lleno hasta los topes por el techo y todo lleno de sacos de cebollas.

Después de 1h 30' en el pick up nos cambian a un autobús (tipo años 50) con un agujero en el cristal del conductor, un agujero en la chapa y sin puerta. El techo enseguida se la llenado de gente, incluyendo monjes.

Sólo 6 millas separan el autobús de Kalaw, pero vaya carretera...

Elegimos el Golden Lily Guesthouse. Lo lleva una familia de indios del Punjab que hablan un inglés perfecto y cuyo 'patriarca', Mr. Robbin, que es también nuestro guía en el trekking que haremos en los próximos días por las aldeas padoung del lugar.

Mr. Robbin

Mr. Robbin es un entendido en flora y fauna de la zona y también entiende de plantas medicinales. Nos lo demostrará a lo largo de nuestra ruta de trekking.

Antes de cenar nos duchamos ¡con agua caliente! y elegimos el restaurante Seven Sisteres que parece una casa del lejano oeste donde nos dan muy bien de comer.

Comenzamos el trekking a las 7 AM caminando por pistas de arena roja y también entre maleza y plantas que Robbin nos va explicando. El primer poblado paloung (tribu birmana de las montañas) nos recibe con los más pequeños riéndose y pidiéndonos fotos.




Comemos allí lo que nos ha preparado la mujer de Mr. Robbin: huevos revueltos, chapati, arroz y judías verdes con ajo y chili. También nos preparan en la aldea una sopa de una especie de judías blancas con forma de bola (todo vegetal). Nos ofrecen té y unos dulces típicos de caña de azúcar con cacahuetes.

nuestra comida de hoy ¡qué rico!

Hemos hablado mucho de cómo trabajan en el campo recogiendo las hojas de té durante todo el día. Trabaja toda la familia y lo que más llama la atención es que los niños pequeños de 5 y 6 años eligen entre ir al colegio o trabajar en la recogida y secado del té. 


trabajadores del campo

Tienen también laderas vacías donde sólo hay tierra preparada para cultivar arroz seco (ellos lo llaman así), es nuestro arroz vegetal. A ellos no les gusta este tipo de arroz porque dicen que es duro y no lo venden bien.


campo de arroz


Luego vamos a visitar a una mujer a su casa que nos saca unos trajes típicos paloung y nos viste a Yoli y a mi. A Yoli le pone el 'longy' que es la falda larga enroscada en la cintura, una chaqueta y un gorro y a mi me pone un turbante que se ponen las novias antes de casarse.




Esta mujer había tenido 10 hijos pero sólo le quedaban 3. Le preguntamos por qué han muerto los demás y nos contesta que debido a enfermedades porque no estaban vacunados. Los niños están en constante contacto con los animales, el barro y eso, añadido a la falta de higiene hace que cojan todo tipo de enfermedades infecciosas.
Uno de los nietos de esta señora está con fuertes diarreas por comer carne contaminada. No podemos hacer nada salvo darle unos consejos: mucha agua, con limón y sal y arroz blanco hervido durante unos días. Otro niño lleva lo que parece una infección causada por un parásito. Se la limpiamos bien con un antiséptico (es todo lo que podemos hacer por él).

Está lloviendo, pero de cualquier modo tenemos que salir camino del view point antes de que oscurezca. Allí pasamos la noche junto con la familia de nepalies que regenta el lugar.


view point

Las habitaciones son muy austeras y no hay electricidad, pero nos dan una cena increíblemente buena: arroz, judías verdes, ensalada de pepino con cereales, té y dulces de caramelo.

Mr. Robbin (Turbi, como le llamamos nosotras por el turbante), nos ha explicado un montón de cosas sobre la historia de Birmania.

Nos levantamos temprano también hoy y a las 7 am ya estamos desayunando: puris con coliflor y patata y té. A las 8 am ya estamos en marcha por las aldeas y tribus, viendo como viven y trabajan en el campo.
Paramos a almorzar en casa de un 'médico' curandero de plantas medicinales de 77 años.

curandero de una aldea




Nos explica cómo hace los brebajes y le compramos unos polvos de cúrcuma para la tos. Cuando salimos de la casa para marcharnos, los niños de la aldea nos han hecho un ramo de flores a cada una y nos dicen adiós con las manos mientras ríen.

Llegamos de vuelta a Kalaw sobre las 4 PM...¡Ducha de agua caliente!, pero sin luz de nuevo.

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