El autobús que nos ha traído de Chiang Mai ha sido nuestra cama por esta noche anterior. A las 6 AM nos dejaba en Kao San y de allí hemos cogido un taxi hasta la embajada de Myanmar, pero no abrían hasta las
9 AM.
Para que la espera se hiciera más corta he acompañado a Yoli a cortarse el pelo a una peluquería y de vuelta a la embajada había unas 5 o 6 personas entre ellas un reportero, que parecía aleman con un micrófono que se ha acercado a preguntarnos si éramos para ayuda humanitaria o turistas. Querían saber qué opinábamos sobre la negativa del gobierno en conceder visados de entrada para la ayuda humanitaria a las víctimas del ciclón Narguis.
Ya en la cola para llegar hasta la ventanilla, teníamos 3 o 4 personas delante de nosotras y la persona que estaba justo detrás era un periodista del diario El País que había llegado justo ayer para cubrir las noticias del ciclón en Birmania. Ayer ya había intentado conseguir un visado y le había sido denegado porque su pasaporte era nuevo.
Cuando nos ha tocado el turno a nosotras pensábamos que nos iba a decir que no directamente pero suerte que llevábamos los billetes electrónicos de avión comprados con fecha anterior al ciclón, de los cuales el militar se ha hecho fotocopia y lo ha grapado junto con la solicitud que habiamos rellenado.
Nos ha cubierto de preguntas como cuál era nuestra profesión y cuando nos ha pedido la cantidad de 810 baths a cada una, hemos respirado aliviadas. Por lo menos han entrado a trámite.
El periodista se ha quedado intentando convencer al de la ventanilla de que era camarero y que Birmania era el viaje de su vida.
Ya sin pasaportes nos vamos hacia el sur...Ahora toca playitas...
Publicar un comentario