La idea era ir a la montaña Doi Inthanon, la montaña más alta de Tailandia con 2.590 metros de altura. Para llegar hasta la base del Parque Nacional de Doi Inthanon hemos tenido primero que llegar en bús local hasta Chom Thong.
Lo planeado era coger un sawngthaew (pick up con asientos a los lados) hasta Nae Klang pero nos ha sido imposible conseguir uno.
La gente del pueblo no habla inglés y la comunicación ha sido imposible. Hemos conseguido saber el punto de encuentro de donde salen los transportes. Un conductor nos ha pedido 1000 baths por llevarnos a las 3 a Doi Iphanon pero no ha habido acuerdo.
Hemos decidido ir a una caseta de policía y preguntar al agente, que tampoco hablaba nada de inglés. Éste nos quería cobrar 150 baths a cada una por llevarnos a la cascada de Mae Klang y mientras estábamos hablando y negociando con los polis ha aparecido una monja budista vestida de blanco que en un perfecto inglés nos ha preguntado si necesitábamos ayuda.
Nos decía que era muy tarde ya para ir a Doi pero si queríamos podíamos acompañarle a ver a su maestro, ya que ella iba para allí a meditar con él. Sin dudarlo le hemos dicho que sí.
Hemos pasado antes por el mercado y le hemos comprado algo de agua y fruta. Hemos cogido un tuk-tuk qe nos a llevado por unos caminos muy rurales hasta una casa donde un abuelico nos ha recibido muy contento y rodeado de perros.
Por un camino abajo que sale detrás de la casa hemos llegado hasta una cueva donde el maestro se ha reunido con nosotras. Ha empezado a hablar mientras la monja iba traduciendo con voz suave y calmada.
Cuando nos hemos 'despertado' de la meditación, nos hemos dado cuenta de que habíamos pasado ¡3 horas! dentro de la cueva y llovía bastante con lo que los mosquitos estaban bastante pesaditos.
Hemos hecho una especie de ofrenda de lo que le habíamos comprado al maestro, sin tocarle (no se puede tocar a los monjes), por lo que ha puesto una toalla en la que hemos depositado las frutas y el ha arrastrado la toalla hacia sí para recibir los presentes.
Después nos ha bendecido en un idioma que no era Thai y que la monja nos explicaba era un idioma de hace cientos de años y cuando ha terminado hemos salido bajo la lluvia y el barro del camino, mientras la monja nos iba explicando sobre su maestro y su vida en el templo, los animales vagabundos que cuidaba, etc.
Por cierto, ella se llama Joy. Se ha despedido de nosotras dejándonos en la parada del autobús de vuelta a Chiang Mai.
"La enfermedad y el sufrimiento están en el cuerpo físico y desaparecen si el corazón es puro, asi como también desaparece el miedo el peligro", palabras del maestro.
La siguiente mañana acudimos a la agencia que nos está tramitando los visados para Myanmar y es cuando nos han dado la mala noticia de que no nos dejaban entrar en el país.
Decidimos entonces coger un autobús nocturno de vuelta a Bangkok.
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